Sobre Nosotros

PONEMOS NUESTRO
CORAZON EN CADA TABLETA

Todo comienza con la semilla.

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Robert, Ralph y Ronald parados bajo un árbol de cacao

Lo siembras. Lo proteges. Lo cuidas y mimas como si fuera parte de ti, con la esperanza de que se convierta en algo que haga el mundo un poco mejor. Puede parecer que estamos describiendo el proceso de cómo cultivamos nuestro cacao (y así es) pero, en realidad, también hablamos de la vida de Ralph, que decidió colgar su bata de laboratorio y ponerse el sombrero de Willy Wonka.

La persona que hay detrás de todo.

Ralph

Ralph, una de las almas de Saari, es un apasionado empresario finlandés y médico de profesión que pasó la mayor parte de su vida como especialista en fertilización in vitro. Como médico y hombre de negocios, Ralph hizo realidad innumerables sueños para múltiples familias y desarrolló una carrera exitosa, viajando por todo el mundo y viviendo en diferentes países. Cuando llegó a su vida esta nueva aventura, encontró en la fabricación de chocolate otra forma de seguir brindando felicidad a las personas.

Con está filosofía, nace Saari, que fue concebido mientras Ralph estaba de vacaciones en República Dominicana, donde se enamoró de la gente y el clima de esta isla caribeña que sirvió de inspiración para el nombre, empaquetado y elaboración de nuestro chocolate. Pero para crear paquetes de alegría, se necesitan más almas.

Saari para el mundo.

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Ralph conoció por casualidad a Ronald, un surfista de toda la vida y hombre de negocios muy conocido en la comunidad local, durante lo que se suponía que serían unas cortas vacaciones en Cabarete. En la playa Encuentro, después de una larga charlar junto al mar que se alargó hasta la noche, la idea de Ralph de crear una nueva marca de chocolate comenzó a echar raíces. Una cosa llevó a la otra y, resumiendo, unos meses después, nació Saari. Sí, somos el resultado del encuentro de una noche.

Y como de tal palo (o vaina) tal astilla, Ralph contó para su nueva aventura con su hijo Robert, un ingeniero de productos que ha heredado la habilidad de su padre para los procesos minuciosamente mapeados, ayudándolo así a crear algo con el poder de hacer sonreír a la gente. Y sí, seguimos hablando de chocolate.

Actualmente estamos terminando la fábrica para incrementar la producción y por esa razón estamos agotados. ¡Regístrate para ser uno de los primeros en poner tus manos (y boca) en nuestros chocolates!